Cuenta la leyenda que un judío,de nombre Benito García de las Mesuras se reunió con un grupo de cristianos nuevos judeizantes para acabar con el tribunal de la Santa Inquisición. El había aprendido un hechizo en Francia, para el que hacía falta el corazón de un niño cristiano y una Hostia consagrada. Todo esto (reducido a cenizas) envenenaría las aguas de los cristianos
El encargado de robar al niño se dirigió a la cuidad. Encontró un niño de unos 3 años y le engatuso con algunos regalos y le trajo junto el resto de judíos.
Le mataron igual que a Jesucristo y, una vez en la cruz abrieron de una cuchillada el lado derecho y sacaron el corazón.
Les faltaba la Hostia consagrada. Otro judío, sancristán de la iglesia de la Guardia fue el encargado de tal sacrilegio.
Una vez todo junto en una bolsa, Benito García de las Mesuras llegó a la catedral. Fingio que oraba, pero cuenta la leyenda que un abulense vio sacar la sagrada forma u le denuncio ante la inquisición. La Inquisición tomo cartas en el asunto y una vez confesaron el delito. Le pidieron la Hostia consagrada y la bolsa con el corazón pero estaba vacia
Su castigo fue arder en el brasero de la Dehesa, dónde murieron bastantes herejes y judíos
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